La sequía en España 2025: cómo afecta a la agricultura y al empleo rural
La sequía en España 2025 se ha convertido en uno de los mayores retos del campo. La falta de agua no solo reduce cosechas, sino que también dispara los precios de los alimentos y pone en jaque a miles de jornaleros y familias rurales.
Impacto en la agricultura española
La sequía golpea con fuerza a cultivos clave para la economía y la exportación española:
- Aceituna y aceite de oliva: la producción ha caído hasta un 50%, lo que ya se refleja en la subida histórica de precios.
- Cereales: pérdidas del 20–30% en trigo y cebada, y una reducción significativa en la superficie de maíz.
- Olivar de secano: pérdidas del 10% o más, según el Banco de España.
La reducción de cosechas no solo impacta a los agricultores, sino también a la industria agroalimentaria y a toda la cadena de valor que depende del campo.
Empleo rural en riesgo
La sequía en España 2025 no solo es un problema agrícola: es también un golpe al empleo rural.
- En los últimos dos años, se han perdido más de 50.000 empleos en el campo, sobre todo en Andalucía, Castilla–La Mancha y Cataluña.
- Empresas vitivinícolas, como Freixenet, han anunciado recortes de plantilla debido a la reducción de producción en el cava.
- Menos cosechas significan menos jornaleros contratados, menos actividad económica y más despoblación en zonas rurales.
El empleo agrícola es uno de los más sensibles a las condiciones climáticas. Cada hectárea que se pierde en producción supone cientos de jornadas menos de trabajo.
Ayudas frente a la sequía
Para paliar los efectos de la sequía, el Gobierno y las comunidades autónomas han puesto en marcha distintas medidas:
- Compensaciones económicas: hasta 240 €/ha en regadío y 120 €/ha en secano para explotaciones con pérdidas superiores al 30%.
- Ayudas a cultivos de cáscara (almendra, avellana…): más de 18 millones de euros ya repartidos entre 16.000 agricultores.
- Andalucía: 7 millones de euros en apoyos directos a 9.000 explotaciones agrícolas y ganaderas de Granada y Almería.
Aunque necesarias, estas ayudas resultan insuficientes frente a la magnitud del problema, y agricultores y jornaleros reclaman medidas más estructurales.
Conclusión: un futuro incierto para el campo
La sequía en España 2025 es más que una crisis climática: es un desafío económico, social y laboral.
El campo necesita soluciones a largo plazo: desde inversiones en infraestructuras hídricas hasta políticas de empleo rural que garanticen el relevo generacional.
En El Jornalero seguimos de cerca la actualidad del agro, conectando a trabajadores con oportunidades y visibilizando los retos de un sector que, pese a las dificultades, sigue siendo esencial para todos.