Control horario en el campo: qué dice la ley y cómo aplicarlo fácilmente
Control horario en el campo: qué dice la ley y cómo aplicarlo fácilmente
Desde hace unos años, las empresas agrícolas están obligadas por ley a llevar un control horario laboral de sus trabajadores. Esta norma, que en otros sectores se ha asumido con relativa facilidad, en el campo sigue generando dudas, resistencias y, sobre todo, dificultades prácticas.
Sin embargo, el control horario no es una recomendación ni un “por si acaso”. Es una exigencia legal que puede acarrear sanciones importantes si no se cumple correctamente. Pero, sobre todo, es una herramienta que puede ayudarte a organizar mejor tus campañas y proteger tanto tu empresa como a tus trabajadores.
¿Qué es exactamente el control horario?
El control horario es el sistema mediante el cual una empresa registra las horas de entrada y salida de cada uno de sus empleados. La normativa actual exige que este registro:
- Se haga cada día.
- Incluya el detalle de la jornada real trabajada.
- Esté firmado por el trabajador.
- Se conserve durante al menos 4 años.
- Esté disponible en caso de inspección.
Esto se aplica independientemente del tipo de contrato o del número de jornadas trabajadas. Es decir, da igual si tu cuadrilla trabaja un día, una semana o toda la campaña. Tienes que registrar su horario.
¿También se aplica en el campo?
Sí. Aunque muchos aún lo ignoran o piensan que es solo para oficinas o fábricas, el campo está sujeto a las mismas obligaciones laborales. De hecho, muchas inspecciones en explotaciones agrícolas se están centrando precisamente en este punto.
El problema es que, a diferencia de otros sectores, el entorno agrícola presenta una serie de retos: fincas sin conexión a internet, jornadas que dependen del clima, equipos que se mueven entre distintas parcelas, trabajadores que no siempre están acostumbrados a firmar documentos digitales…
Todo esto hace que, en la práctica, llevar un control horario legal y fiable en el campo sea complicado. Pero no por ello deja de ser obligatorio.
Las consecuencias de no llevarlo bien
Muchas empresas siguen utilizando hojas de papel, pizarras o incluso la memoria para controlar el horario. Y aunque pueda parecer suficiente, no lo es si llega una inspección.
Las sanciones por no llevar un registro de jornada válido pueden superar los 7.500 euros por trabajador. Además, en caso de conflicto laboral, la empresa quedaría en una posición muy débil si no puede acreditar las horas trabajadas.
¿Cómo te ayuda El Jornalero?
En El Jornalero hemos escuchado estas dificultades una y otra vez. Por eso, desarrollamos un sistema de control horario pensado específicamente para el campo, que se adapta a la forma real en la que se trabaja en una explotación agrícola.
Desde un solo móvil puedes registrar la entrada y salida de los trabajadores, aunque no tengas cobertura. La firma se hace en el momento y los datos se guardan en la nube, de forma segura y accesible para cuando los necesites.
Además, está todo conectado con el resto de herramientas de gestión legal que ya usamos en la app. No tienes que ir de un sitio a otro ni cargar con papeles. Cumples con la ley y te ahorras problemas.
Más que cumplir: organizar mejor tu campaña
Implementar el control horario no es solo una forma de evitar multas. También te permite tener un mayor control sobre tu plantilla, anticiparte a necesidades de personal, y detectar posibles problemas de organización.
En definitiva, te ayuda a que la campaña vaya más fluida. Porque cuando hay claridad sobre horarios, descansos y jornadas, hay menos margen para el caos.
Conclusión
Cumplir con el control horario en el campo puede parecer un reto, pero es una obligación que todas las empresas del sector deben asumir. Y si se hace bien, además de evitar sanciones, se convierte en una herramienta útil para mejorar la gestión diaria.
En El Jornalero no te dejamos solo. Te damos una solución práctica, legal y adaptada a tu realidad. Para que el control horario no sea una carga, sino una parte más del trabajo bien hecho.