Aumento de sistemas de regadío en el campo español
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Aumento de sistemas de regadío en el campo español

De las 3,71 millones de hectáreas de tierras de cultivo en regadío, el 80,57 % está equipado con sistemas de riego localizado, automotriz o de aspersión. La superficie de tierras agrícolas en España se ha mantenido prácticamente estable, con una ligera reducción del 0,28 % en 2023.

Aunque ha habido un leve retroceso en la superficie dedicada a herbáceos, viñedos y cítricos, se ha registrado un aumento en las áreas destinadas a leguminosas de grano, tierras en barbecho y cultivos leñosos. A finales de 2023, el 80,57 % de la superficie agrícola de regadío en España utilizaba sistemas de riego eficientes, como riego localizado (57,63 %), automotriz (8,21 %) o de aspersión (14,73 %). 

Estos sistemas han ido desplazando progresivamente al riego tradicional por gravedad (19,44 %). Las 3.713.936 hectáreas de regadío representan aproximadamente el 23 % del total de tierras cultivadas en España, pero generan el 65 % del valor total de la producción vegetal. Estos datos provienen del análisis de regadíos en España realizado en la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) 2023.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación destaca la importancia de modernizar y hacer sostenibles los sistemas de riego en la agricultura española, con el fin de optimizar el uso del agua, dado el impacto evidente del cambio climático, que se manifiesta en lluvias más escasas e irregulares, fenómenos climáticos más extremos y sequías más frecuentes e intensas. El Gobierno ha lanzado un plan de modernización de regadíos, el más ambicioso de la historia reciente, con una inversión público-privada que superará los 2.400 millones de euros entre 2022 y 2027.

En 2023, la superficie de regadío en España disminuyó un 1,52 % debido a la sequía que afectó al año hidrológico 2022-2023. En 2022, el porcentaje de regadío eficiente era del 78,96 %.

Desde 2022, el olivar es el cultivo con mayor superficie en regadío, con 874.564 hectáreas (31,37 % de su superficie total), la mayoría con riego localizado. Le siguen los cereales (761.565 ha, 20,51 % del total), los frutales no cítricos (449.155 ha, 12,09 % del total) y los viñedos (399.080 ha, 10,75 % del total).

LA SUPERFICIE DE CULTIVO PERMANECE PRÁCTICAMENTE CONSTANTE

La superficie de cultivo en España se mantuvo estable el año pasado, alcanzando un total de 16.783.025 hectáreas, lo que representa apenas un 0,28 % menos que el año anterior, según los datos finales de la Esyrce 2023. De este total, 11.197.349 hectáreas corresponden a tierras arables, 5.400.047 hectáreas a cultivos leñosos y 185.629 hectáreas a otras tierras de cultivo.

Las tierras de cultivo en barbecho han mostrado un ligero aumento del 6,91 %, mientras que la superficie de cultivos herbáceos ha caído un 3,11 % respecto a 2022, principalmente debido a la reducción en cereales, tubérculos y cultivos industriales.

Especialmente notable es la disminución del 14 % en la superficie dedicada a cultivos industriales, principalmente por la reducción de áreas destinadas al algodón (-21,35 %), girasol (-16,21 %) y colza (-15,62 %). Sin embargo, las plantas aromáticas, la remolacha azucarera y el tomate para la industria han incrementado su área de cultivo en más de 13.000 hectáreas en conjunto.

El grupo de las leguminosas de grano es el único que ha incrementado su superficie, un 50 % más en comparación con 2022. Este aumento se debe principalmente a los cultivos de guisantes (+55,85 %), yeros (+101,50 %), garbanzos (+93,01 %) y veza. En cuanto a los cereales, se ha producido un descenso general del 4 % respecto a 2022, arrastrado por la caída de cultivos como trigo blando (-5,85 %), maíz (-19,71 %), trigo duro (-12,26 %) y las dos variedades de cebada.

En el grupo de plantas forrajeras, la superficie total ha disminuido un 3,39 % en comparación con la campaña anterior, destacando la reducción de la veza y de los cereales destinados a forraje, mientras que han aumentado los cultivos de maíz, remolacha, nabo forrajero, coles y berzas.

El grupo de hortalizas y flores es el que ha experimentado un menor descenso dentro de los cultivos herbáceos, con un -0,93 % respecto a 2022. Aunque se ha reducido la superficie de guisante verde y melón, ha aumentado la de sandía (+38,07 %), pimiento (+11,59 %) y tomate (+10,69 %), junto a otras hortalizas como maíz dulce, lombarda, berenjena y calabacín.

CULTIVOS LEÑOSOS


En esta categoría, destaca el aumento progresivo de prácticamente todas las especies, excepto los frutales cítricos, viñedos y algunas especies de hueso. En conjunto, los cultivos leñosos han aumentado su superficie un 0,70 % respecto a 2022.

El viñedo ha registrado una leve disminución, debido al descenso en la superficie de uva para vinificación (-0,31 % respecto a 2022). En los frutales cítricos, todas las áreas de producción han retrocedido, salvo las del naranjo amargo.

Las superficies de olivar (+0,72 %), algarrobo (+6,70 %) y frutales no cítricos han crecido en 2023, especialmente por el aumento del pistacho, que ha sumado 12.028 hectáreas, y el almendro, con 8.512 hectáreas adicionales. 

El aguacate, arándano y mango han incrementado su superficie en más de 3.000 hectáreas en conjunto respecto a 2022. Entre el resto de frutales no cítricos, han disminuido el peral (-3,38 %), níspero (-9,19 %), albaricoquero (-6,04 %), caqui (en el grupo de subtropicales), así como nogal y avellano entre los frutos secos.

Fuente: Ministerio de agricultura, pesca y alimentación, La Moncloa.